Nuestra primera embajada 2


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Para poder obtener una visa para Uzbekistán uno tiene que pasar por unos pasos que no se esperan.  In adición en solicitar la visa en una embajada, una carta de invitación del gobierno Uzbekistán también le puede ayudar a uno.  No es técnicamente necesario, pero teniendo una ayuda hacer el proceso un poco más fácil.

Varias agencias de viajes pueden ayudar a uno acudir esta carta de invitación.  La que nos ayudó a nosotros nos indicó que la nuestra estaría lista hoy o mañana.  Durante el desayuno, recibí un correo electrónico notificándonos que nuestra carta de invitación ya estaba lista y que el agente de viajes recibiría una copia dentro de unas horas.  ¡Hooray!

Breakfast

Desayuno

Originalmente Cindy y yo habíamos planeado visitar el museo en la tarde, pero decidimos que sería mejor seguir con el proceso de la visa para completarlo lo más antes posible.  Decidimos no ir al museo y mejor caminar bobear las cosas hasta que recibiera la carta de invitación en mi bandeja de correo electrónico.

En el noroeste de Almaty hay un parque muy bonito que conmemora a los caídos de Kazajstán.  En el centro del parque hay una Iglesia Ortodoxa rodeada de palomas (arriba).  En la entrada del parque hay una estatua enorme de soldados Kazajos saliendo de la Unión Soviética.

Park commemorating fallen Kazakhs

Parque conmemorando a los soldados Kazajos

Central Mosque near park

Mezquita central cerca del parque

Antes del almuerzo, recibí la carta de invitación con la solicitud completa de la visa.  Cindy y yo celebramos con comida Georgiana (delicioso) y nos apuramos al albergue para obtener todo lo necesario – pasaportes, fotos tamaño pasaporte, certificado de matrimonio.  Le pide a nuestro albergue que imprimiera la solicitud para la visa y la carta de invitación.  No problema.  Luego pregunte que hablaran a un taxi para que nos llevara a la embajada Uzbekistán.  Un pequeño problema.  No sabían dónde estaba.

Fácil, dijeron, le hablamos a la compañía de taxi.  Los taxistas saben dónde está todo.  Todo, menos la embajada de Uzbekistán, porque ellos tampoco sabían donde estaban y pidieron un domicilio.  Había un número de teléfono en el guía de turistas de Almaty.  Nadie contesto.  Los mapas de Google ensenaban cada embajada menos la de Uzbekistán.  Para este entonces los empleados del albergue estaban hablando a todos los que conocían para ver si conseguían un domicilio.

Alrededor de este tiempo, un ángel de caricatura apareció sobre mi hombre izquierdo y pregunto, “Guey, ¿de veras quieres ir a visitar un país donde tiene una embajada que no se puede encontrar?” Antes de que pudiera contestar, una caricatura de diablito apareció sobre mi hombro derecho y golpeo al ángel de caricatura que había aparecido en mi hombro izquierdo.

Una de las empleadas del albergue dijo que tenía una respuesta.  Con un domicilio, habla a la compañía de taxi y les dio la información.  Nuestro taxista nos llevó a un área fuera del área comercial y a un área residencial sin chiste.  Mi confidencia se bajó un poco.  Cuando dimos la vuelta, vimos una casita rodeada de montones de gente alzando y moviendo sus pasaportes.  Si, aquí era.  Mi reí.  El taxista se rio, aunque se estaba riendo de nosotros no con nosotros.

Fue nuestra suerte, que el gentilio eran ciudadanos Uzbekos que necesitaban algo diferente a lo que nosotros necesitábamos.  Nos dejaron entrar a la oficina de visas.  La primera cosa que vimos/escuchamos fue un Americano molesto rogando que su visa fuera procesada para el Viernes.  Jajá, persona mensa sin su carta de invitación.  Me encanta cuando la situación de alguien es peor que la mía.

Orgullosamente camine hacia el oficial de la embajada y avente mis papeles en su cara, cara de invitación primero.  Pujo y cerró la puerta.  Hora y media después, a Cindy y a mí nos dieron instrucciones de que fuéramos a pagar nuestras visas.  Tuvimos que salir de la embajada, ir a un banco cercano, hacer el depósito, y regresar con la factura.  Lo hicimos, y orgullosamente le avente la factura al oficial de la embajada.  Pojo y cerró la puerta.  Media hora después, teníamos nuestras visas.

Indian dinner celebration

Celebramos con comida India para la cena

Cindy celebrates by eating

Cindy celebra con comer


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2 Comentarios en “Nuestra primera embajada