Cuando me fui de las Islas Marshall me permití una semana en Honolulu porque nunca había pasado mucho tiempo en Hawai’i (todos los vuelos de las Islas Marshall paran en Honolulu).  Me quede con Brian, el de la fama del sofá.  Mientras miraba alrededor de Honolulu, decidí que quizás me gustaría venir a vivir aquí algún día.  También había escuchado que el costo de vivir en Honolulu no es de chiste, le pregunte a Brian que es lo que se necesita para vivir cómodamente allí.  Lo pensó un momento y dijo, “Necesitas una esposa.”

Tres años después me traje a Cindy conmigo para hacer una vida en Hawai’i.  Creo que fue el único consejo bueno que Brian ha dado a cualquier persona.  Porque no sabía nada de sugerencias sobre mover muebles.

La única cosa que quiero decir sobre Hawai’i es esto – – tiene historias que valen la pena escuchar.  Si Hawai’i fuera una persona, apareciera muy bien vestida pero con características físicas que sutilmente sugieren una vida dura, como manos de trabajador o un poco renco de una pierna.  Quizás este un poco mayor, sea amable, trabaje en un trabajo de servicio que requiere que interactúe con él, pero no aprender de él.

Ultima caminata en Hawaii

Excepto Hawai’i tiene una vida fuera de la breve interacción contigo.  Tiene una historia, una familia, problemas, y logros.  Hawai’i estaba aquí mucho antes de que te sirvió café, mai tai’s, o un taco de pescado.  Le quitaron su hogar, borraron su memoria, y su pierna fue herida en una guerra. Sus antepasados eran reyes, científicos, y exploradores.  Pero también eran dueños de plantaciones, patrones despiadados, y burócratas racistas.  Tuvo que inventar de nuevo su modo de vivir sin ninguna razón ni propósito, pero siempre a la fuerza.

En su más reciente forma de vivir te sirve mientras tienes breves encuentros con él.  En la mejor situación, quizás te vayas de la interacción pensando que fue un placer y no volver a pensar en el.  En otra caso quizás hagas suposiciones de Hawai’i por que tiene “ese tipo” de trabajo.  ¿No será educado?  ¿No le hecho ganas al trabajo?

Porque no le preguntaste a Hawai’i como su historia ha motivado su estatus presente.  Como la ocupación militar afecta su economía, o como las escuelas privadas erradicaron su sentido de sí mismo, o la presión de viviendas están forzando a más personas en menos espacio.  Todo esto es parte de la persona que está tomando la orden de su bebida.  Si escucharas estas historias – – Hawai’i sirviéndote – – no se determinó al azar.  Una trayectoria histórica y con propósito los unió, y en una forma, su reunión continúa esa trayectoria.

Cuando partan caminos y regresen a sus hogares respectivos, usted y Hawai’i tendrán vidas similares pero mantenidas por reglas muy diferentes.  Su trabajó quizás le pague más que el trabajo de Hawai’i, pero la riqueza que tiene en personas y relaciones será más de lo que tendrá usted.  Abre su cartera para solucionar un problema.  El hace una llamada telefónica.  Le paga a un florista para decorar tu boda.  Cindy y yo le hablamos a una amiga, quien le hablo a su mama, quien le hablo a su nieta, quien trajo flores nativas de otra isla, y ninguna de ellas nos pidió nada excepto de que nos tratarnos con respeto Cindy y yo.

Si escuchas estas historias, empiezas a darte cuente que hay más a Hawai’i de lo que ven tus ojos.  Entenderás que la persona que te sirve tu mai tai tiene una historia más profunda de lo que te imagines.  Quizás también empieces a pensar que esa persona no es nada más tú mesero, pero también una fuente de sabiduría, un maestro/a.  Son historias que valen la pena escucharse, y me siento honrado que tuve el privilegio de escuchar algunas de ellas.

Extrañare este lugar, y extrañare a mis amigos.  Aloha, Hawai’i.